Johnnie Walker Blue Label, presenta a los apasionados de esta bebida una obra maestra inigualable, que combina lo artesanal y la rareza de los mejores whiskies de Escocia, convirtiéndola en una mezcla única y exquisita.
En 1820 el joven John Walker, con tan solo 15 años de edad, quedó al frente de un almacén de granos y bebidas alcohólicas con el que demostró ser un hábil comerciante. Con el paso del tiempo experimentó mezclando whiskies y descubrió que de este modo conseguía una bebida más refinada.
De esta manera, a través de la historia, han surgido las mezclas más exquisitas del mundo con la etiqueta de Johnnie Walker, en donde sus amantes encuentran experiencias maravillosas al disfrutar cada trago.
La bebida Blue Label trae consigo una explosión de sabores únicos y un gusto suave estupendo, respaldados por el sello Johnnie Walker, que se encuentra en las puertas de hierro de la empresa en Kilmarnock, Escocia.
Quienes tienen la fortuna de deleitarse con el Blue Label se encuentran con un exquisito sabor a avellanas, miel, jerez y naranjas, para después desatar secretos como el jengibre, quinoto, sándalo y chocolate negro; por último, la dulzura de la miel, acompañada por toques de pimienta y frutos secos dan paso a un final largo, duradero y suave de humo, encontrando así un sutil y perfecto balance de sabores.
Esta mezcla exquisita lleva a sus consumidores a límites más profundos de los imaginados, creando experiencias irresistibles, que convierten esta bebida en un tesoro apetecido por aquellos que se caracterizan por haber disfrutado el camino de llegar hasta la meta y quienes están inmersos en un mundo donde el triunfo y el estatus es recompensado e interpretado por medio de un estilo de vida que abarca el lujo, la moda y el éxito personal.